viernes, febrero 09, 2007

SUEÑO DE VERANO

Qué mas puedo pedir, si cuando decido salir ante el cielo estrellado y abro los ojos te veo ante mí, radiante, más blanca que la propia luna llena. Contagiándome con tu pasión y tu sonrisa cálida. Adueñándote de mi alma como los vampiros se adueñan de las cálidas noches estivales.
Rogándome que te coja en brazos y que te aupe por encima de los demás, que te arrope con mi capa y te proteja del Sol. Robándo mi sangre y ofreciéndome la tuya ante cualquier gran catedral, separados tan sólo por las leyes físicas que rigen este mundo.

"No quiero que amanezca"

-A mi Claudia. Gracias por el blog-


1 comentario:

Aracne dijo...

Tus ojos se quejan de no poder descansar eternamente, acostumbrados a cambiar al color de la sangre cuando sacias tus más instintivos deseos, mientras esperan el momento de su letargo eterno...
¿Podría no amar a una criatura tan bella, tan infinita, tan divina?
¿Se aman entre sí los demonios?
No necesito el sol si me alumbran esos ojos tan azules, tan verdes, tan indescriptibles...
No ansío más que tu sangre, mis labios sólo probarán tu esencia, más intensa que un orgasmo, más ardiente que el más ardiente de los deseos.
Y si he de separarme de tí más de lo que dura un lamento, llamaré al sol para contemplar mi último amanecer.
Porque fue una noche estival la que conocí la necesidad de tenerte, y será el día más frío el que tengamos que separarnos.

Sentir así es darlo todo, mi Lestat.