MAREA

La gente que no respeta a los demás, o vive haciendo daño a las buenas personas, no se merecen tenerte a su lado, y tarde o temprano se darán cuenta de lo que han perdido, pero ya será tarde.
Es sabido por todos, que sobran dedos de una mano para contar las personas que realmente saben apreciar a quien tienen al lado, esas personas acaban siendo realmente felices con sus camaradas.
Quiero pensar que yo soy una de esas personas y me enorgullece decir que tengo a mi lado a una de ellas que se que siempre estará dispuesta a apoyarme y a intentar que sea feliz.

No suelo poner canciones ni citas extensas, y si tiene que haber alguna, sin duda es esta canción. A mi Marea.


Cuantas veces me habré preguntao,
¿qué es lo que se desata detrás de su cara?,
si tu supieras, si yo te dijera, si yo te contara...
la enlazaron y se ha desatao y ondea por la acera
el vuelo de su falda, es su bandera,
es donde guarda,
su nombre se llama marea,
y estaba tan solita que me fui pallí,
¿quieres hablar conmigo?,
¡pues claro que sí!,
su soledad es una vieja enjuta
rodeá de hijos de puta que se ríen de
ella pues todos quisieran ser como marea,
y cuentan que un verano voló
y se dejó el corazón debajo de la cama,
que le dijo que no volvería,
que no la esperara,
quién le iba a decir
que al final iba a unir su tripa
con la mía, con un poeta de cañerías,
poeta de mierda, de manos vacías,
que necesita a alguien cuando
va a caer,
que borra las fronteras con solo sus piés,
dame fuerte en la entrepierna,
no me dejes que me duerma,
que esta noche me las piro a
enseñarle los dientes al mundo contigo.

CUMPLEAÑOS

Te pido perdón una vez más, en la calma de la noche y sin rastro ya de las lágrimas que hace rato escapaban por mis ojos. Te pido perdón peque en este mundo mezquino no puedo ser el ángel que me gustaría ser, para abrigarte del frió. Te pido perdón por no poder salvar de un salto la distancia que nos separa y siembra el desanimo en nuestros corazones.
Sobre todo, te pido perdón por no devolverte a quien en estos momentos más añoras, por no tener el poder para hacerte sonreír y ahuyentar tus penas.
Y también te pido perdón por agrandar esa pena con mi ausencia, o con mis actos o palabras involuntarias...

...y te doy las gracias por seguir a mi lado, por permitirme enmendar mis errores y por seguir deseando que estemos juntos y los males vuelen lejos.